Para nosotros los fieles al culto de la Niña Blanca de nuestra amada Santa Muerte estos días son de celebración y recuerdo. Celebramos la danza de los muertos en que las almas de los que físicamente nos han dejado vuelven con nosotros para darnos su cariño y encontrar paz en sus caminos, noche en que nuestros ancestros abrazan los nuevos tiempos, ven a los recién nacidos y besan a sus seres queridos. La tradición manda del respeto y el amor de nuestro legado. En la muerte no encontramos el fin sino el paso a nuestro destino demostración de la huella que hemos dejado en nuestro entorno. Son noches de festejo donde la vida abraza los tiempos. Donde en la mesa ponemos un plato y una copa para los que no estarán más.
Noches de juicio de valor en que la Muerte y el diablo se sientan a la par de nuestro dolor para ver sus causas, renovarnos o condenar lo que no hicimos correctamente y buscar el perdón o la aprobación.
Son noches en que nuestras ofrendas tienen que ir ligadas a las promesas que cual pago hacemos para nuestras peticiones.
Son noches de refuerzo donde debemos tomar la fuerza que nos falta y ofrecer la que nos sobra.
Tiempos de dar gracias por el cumplimiento de nuestras peticiones a nuestra Santa Muerte.
Son tiempos de paz espiritual y anímica donde danzando y celebrando llegamos a la hoguera de nuestros pequeños altares.
Momento de renovar votos, credo y amor por los nuestros.
Al son del poema
Danzad caídos
Danzad con nosotros vuestros hijos
Danzad con nuestro dolor y dadnos las herramientas para aprender
Danzad con los recién nacidos y dadles vuestra protección
Danzad con nosotros en esta celebración
Danzad
A mi Santa Muerte a mi Niña Blanca gracias por proteger y cuidar a toda mi gente
Gracias por vengarme ante el enemigo
Gracias por darme aliento en mi camino
Gracias por ayudarme a cumplir mis retos
Gracias por seguir a mi lado en malos tiempos
Gracias por las herramientas para mejorarme